jueves, 9 de octubre de 2008

llego la paz...y vino con la primera lluvia

Inevitable no contar.(corregido)
Desde que llegamos no hemos escuchado nada de robos ni de accidentes, ni visto uno. La gente, sobre todo en nuestro barrio deja las cosas afuera, especialmente los zapatos que quedan en la puerta de la casa, junto con objetos y todo tipo de cosas. Los puestos de la calle del centro solo tapan la mercaderia con una lona o plastico, y ya....nadie toca nada. Algo lindo de sentir y que da, de hecho, tremenda tranquilidad.

Casi no se consume alcohol (no es que este prohibido, se vende libre, cerveza fundamentalmente, vino hasta ahora no vimos) y el trafico de droga es pena de muerte...y si, aca se les fue la mano, pero la cosa camina.
De hecho mientras mas uno se aleja de la ciudad, la gente es increiblemente amable y servicial. Algo poco usual para nuestro miedo citadino.

Ayer, en nuestro viaje a una cueva enorme (cueva Cerme) que esta a 17km de aca y tiene 1200 metros de largo, fuimos en bici y el paisaje es solo comparable a las imagenes de dos peliculas favoritas "Camino a casa" (Coreana) y "El sabor del Te" (Japonesa)...los mismos paisajes, los mismos campos de arroz y trigo...las mismas abuelas en bicicleta...hermosos.